Creo nos anuncia el evangelio hoy
Padre Juan Álvaro Zapata Torres
Líder Creo | Santillana Colombia
Cuando nos referimos al Evangelio hemos de recordar las palabras del Papa Benedicto XVI cuando en el sínodo de la Palabra nos decía que: “la Palabra de Dios es la persona de Jesús”, es decir, que todas las enseñanzas contenidas en la Biblia nos revelan a Jesús, que Él nos presenta la obra salvadora de Dios a plenitud y en su culmen, y que nos enseña el ideal de ser humano y sociedad que el Todopoderoso ha querido desde el día de la creación.
En consecuencia, el primer pilar de CREO, vivir el evangelio hoy, es entender los qué y los cómo aterrizar las enseñanzas de Jesús en la vida cotidiana del ser humano, en especial, en las nuevas generaciones que se están formando en nuestras escuelas católicas. Vivir este evangelio no es un aprender meramente conceptos doctrinales, sino buscar la conformación de la propia existencia con la persona de Jesús, para que el discipulado sea auténtico y se conviertan en creíbles testigos de la fe, constructores de la humanidad que el Maestro nos pide alcanzar.
De esta manera, este primer pilar promueve la inserción, permanente y natural, en las distintas áreas de la formación y en los sendos momentos de la comunidad educativa, los valores universales que desde el evangelio nos transmite la persona de Jesús. Dichos valores insertos y conectados con cada una de las ciencias hacen visible la conexión entre ciencia y fe, entre espiritualidad y obrar ciudadano.
Hay que decir que Latinoamérica en su gran mayoría se ha caracterizado por ser creyente católica, pero a la vez es uno de los continentes con más deudas sociales, profundas injusticias e inequidades y numerosos tipos de violencia. Por ello, es necesario crear acciones que lleven a las nuevas generaciones a creer y actuar, a vivir en todo momento los valores evangélicos y a construir sociedades más justas, equitativas, solidarias, reconciliadas, fraternas y en paz.
Por otra parte, este pilar hace visible lo católico del anuncio, es decir, que su propuesta es universal, es para todo ser humano, independientemente de la fe que profese cada persona, porque al presentar a Jesús se hace visible que para Él todos son amados de Dios y todos merecedores de su misericordia y salvación. El mismo Papa Francisco en la reciente Jornada Mundial de la Juventud nos decía: “la Iglesia es para todos, porque Dios ama a todos”. Por lo tanto, vivir el evangelio hoy es llevar la actualización de la Buena Noticia al presente de cada quien, consolidar el discipulado de aquellos que profesan la fe cristiana y animar a quienes tienen otras creencias a fortalecer su humanidad desde estos valores globales y humanizadores.
Vivimos una época de cambio y en nuestras manos está diseñar el rostro de esa nueva etapa de la historia humana que se está gestando. Por lo tanto, la escuela católica juega un papel importante en este contexto y en esta responsabilidad con la sociedad, donde no solo broten semillas brillantes desde el intelecto de nuestras instituciones, sino hombres y mujeres integrales que desarrollan sus habilidades e inteligencias múltiples, iluminados por el evangelio que es la persona de Jesús con su modo de ser y vivir. En este sentido llevar el evangelio a cada persona y realidad, encarnándolo en las diversas ciencias y concretizándolo en pro del servicio social, el cuidado de la casa común y la humanización de la tecnología hará viable el renuevo de esperanza de una nueva sociedad.